Una buena calificación en la etiqueta energética de viviendas puede mejorar el tipo de interés hipotecario
La banca ética y solidaria es una alternativa a las financieras tradicionales. Triodos Bank es un ejemplo de ello, y entre sus productos acaba de lanzar la Ecohipoteca: un tipo de tipo de préstamo hipotecario, para la adquisición de viviendas que vincula el diferencial del tipo de interés de financiación a la calificación obtenida en la etiqueta energética de la vivienda.
La banca ética y sostenible es un tipo de banca alternativa a la banca tradicional. Son organizaciones que promueven otro tipo de valores en sus políticas de empresa. Son bancos, pero con otra filosofía. Triodos Bank es de origen holandés y actúa desde 1980. Se instaló en España en 2004 en Barcelona. Este tipo de banca surge como necesidad de un modelo alternativo basado en una economía real y cuyas actividades generen un beneficio social y medioambientalmente positivo.
El proceso constructivo de edificios en particular, y la edificación en general es, hoy día, uno de los sectores más responsables del consumo energético y de las emisiones de CO2 a la atmósfera. En este caso, la Ecohipoteca trata de premiar la eficiencia energética y la sostenibilidad. Para ello ofrece intereses mejores a viviendas cuya letra de calificación energética sea mejor. Así una vivienda con una letra A puede conseguir una financiación para su compra con un diferencial de un 2,1%; en cambio, una vivienda con una letra G en su etiqueta energética, obtendría un 3% de diferencial en el cómputo del interés final de su préstamo hipotecario.
Con este gesto se pretende promover la construcción sostenible y la eficiencia energética de las viviendas, como un valor cuyo impacto es positivo a nivel social y económico, así como medioambiental. Este es sin duda, motivo suficiente para informar y concienciar, de que las viviendas eficientes, pueden influir positivamente a varios niveles. El primero y más inmediato es a nivel personal: las viviendas eficientes ahorran en energía y esto se traduce en ahorros económicos en la economía doméstica de su propietario; el segundo es a nivel general: el ahorro energético supone menos emisiones de CO2 y esto se traduce en un entorno más saludable para todos. Y finalmente el compromiso social, un uso responsable de la energía revierte en un control del consumo de recursos, los cuales son limitados, y esto se verá reflejado al largo plazo en generaciones futuras.
Fuente: La etiqueta energética puede abaratar la hipoteca
Isabel Sala
Arquitecta técnica investigadora en la Catedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático