#4 Construcción bioclimática en un clima tropical y en la Isla de la Reunión: el punto de vista del arquitecto Antoine Perrau
La construcción bioclimática en la Reunión y, más en general, en los departamentos y regiones de ultramar franceses requiere cierta perseverancia. Entre normas y reglamentos que a menudo son inadecuados, Antoine Perrau nos da una visión general de la situación, a la vez que destaca las soluciones que funcionan. Entrevista.
Históricamente hablando, el bioclimatismo nació en la primera mitad del siglo XX y realmente comenzó a desarrollarse después de las crisis petroleras de la década de 1970 en los Estados Unidos. Se inspira en el diseño de los edificios vernáculos, así como en la búsqueda de la comodidad utilizando el clima y los recursos locales. En dos palabras, se trata de diseñar en armonía con el clima: es decir, saber protegerse del clima (calor, frío, viento, lluvia, etc.), pero también saber aprovecharlo (luz, calor o frescor natural según la estación, brisa suave, etc.). Además de la ventilación natural, la envoltura porosa del edificio y la protección solar, no podemos hablar de bioclimatismo en un ambiente tropical húmedo sin mencionar el papel de las plantas vivas en la optimización de la frescura de los edificios.
Vegetalización: una necesidad para la ciudad tropical sostenible
Las plantas son indispensables para el hombre, proveyendo oxígeno y absorbiendo CO2. Esto explica la importancia de los grandes bosques, especialmente los bosques tropicales. Así, para mejorar la comodidad del verano en las ciudades, una de las soluciones más simples es aumentar la cantidad de vegetación.
Para ayudar a controlar el gasto de energía producto del aire acondicionado y la calefacción de los edificios, las soluciones vegetales aplicadas a los bordes de las envolturas son muy eficaces. Esto permite reducir el impacto de las islas de calor, o incluso hacerlas desaparecer, y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y las cargas térmicas que contribuyen a la isla de calor urbana.
Esta observación va más allá del reciente enfoque bioclimático, de hecho, la integración de las plantas en el entorno de los edificios es parte de las tradiciones de Reunión.
Hay muchos intereses en proyectos ecológicos en los alrededores del edificio:
- En primer lugar, medioambiental: enfriamiento del aire por evapotranspiración, mejora de la calidad del aire mediante la reducción de la contaminación atmosférica, reducción de la contaminación acústica absorbida por las plantas y el sustrato, salvaguardia de la biodiversidad y gestión del agua de lluvia mediante la reducción de la escorrentía y la infiltración en el lugar.
- Térmica: Por ejemplo, un estudio del LEU mostró que en 2011, los locales de un edificio de oficinas bioclimático (para el que aún no había crecido la vegetación) tenían una diferencia de 7 grados con la temperatura exterior al amparo del entorno mineral del otro lado de la calle . En 2018, las mismas medidas indicaron que esta diferencia había aumentado a 10 grados gracias al desarrollo de la vegetación circundante!
- Luego económico: aumento de la vida útil de la impermeabilización protegida por el sustrato y reducción de los costos de energía por el efecto de protección térmica.
- Por último, estético y práctico: un paisaje agradable a la vista y mejor integrado en el entorno natural, una superficie disponible para la producción de alimentos locales, espacios verdes protegidos para actividades de entretenimiento como los deportes u otras actividades.
Vegetalización en la Isla de la Reunión: experiencias a sistematizar
Hoy en día en la Isla de la Reunión, sólo unas pocas instituciones públicas han probado el experimento. En cuanto a las viviendas particulares, la técnica se utiliza aún menos. Además, es un aspecto importante en nuestro proyecto para diseñar la sede del Parque Nacional de la Reunión en 2014. El objetivo era construir un edificio ejemplar en un contexto particular: ubicación en una zona tropical húmeda pero a una altitud de más de 1000 metros. Por lo tanto, la estrategia tenía que tener en cuenta las cuestiones de la comodidad en verano, pero también la comodidad durante la estación fría. Además del confort visual ofrecido, el verdor al pie de las fachadas contribuyó a la comodidad del verano al fomentar una burbuja de frescura, pero también contribuyó a la restauración ecológica del lugar y a la gestión del agua de lluvia.
En general, el enfoque que se sigue para integrar las plantas vivas es :
1. En primer lugar, una visita al lugar para identificar todas las plantas con el fin de preservar la mayor cantidad posible de ellas.
2. Un diseño que maximiza la vegetación en la periferia inmediata de los edificios para crear una burbuja de frescura.
3. La protección y el sombreado de los espacios exteriores (aparcamientos, paseos peatonales, etc.) para limitar el albedo de las superficies horizontales.
4. La elección de las especies adaptadas al lugar y a su contexto climático para limitar las necesidades de agua y de mantenimiento.
5. La aplicación de un contrato de mantenimiento de 3 años para asegurar la mejor recuperación posible de los sujetos.
Bioclimatismo y urbanismo en la Isla de la Reunión
Para diseñar una arquitectura bioclimática en la Isla de la Reunión, el primer paso es analizar el clima propio del lugar. En efecto, hay muchos microclimas debido al relieve montañoso del territorio (entre 0 y 1800 metros de altitud para las zonas habitadas) y 3000m para el punto más alto. Es posible medir una diferencia de hasta 15 grados entre ciertas áreas a la misma hora del día.
Como recordatorio, la única estrategia de ventilación bioclimática que se puede utilizar en los ambientes tropicales húmedos es el uso de la ventilación natural en los locales, en la zona de vivienda. Permite obtener, bajo ciertas condiciones, una sensacion de calor de 4°C inferior a la temperatura medida gracias a la velocidad del aire. Por lo tanto, es esencial conocer y tener en cuenta los datos del viento en el sitio.
La exposición al sol, el clima y finalmente el contexto urbano también juegan un papel importante.
Los arquitectos están sujetos a las limitaciones de la planificación urbana. Son todas las reglas, limitaciones o prescripciones contenidas en los documentos de planificación local (el plan urbano local, los mapas municipales, etc.). Se refieren principalmente al uso de la tierra, la altura de los edificios, los retrocesos, la densidad de construcción permitida y la prohibición de construir en determinadas zonas. Aunque estoy de acuerdo, por supuesto, con el hecho de que no se puede construir de cualquier manera en la ciudad, hay que reconocer que estas restricciones reglamentarias a menudo no son adecuadas para el diseño de edificios optimizados para el uso de la ventilación natural. Las ciudades en forma de U no pueden reproducirse en las ciudades tropicales, con, por ejemplo, la arquitectura de estilo Haussmann como en una metrópoli con fachadas verticales y mineralización horizontal.
Los límites de las normas promulgadas en Francia metropolitana
La alineación a la calle es, por ejemplo, una norma frecuentemente impuesta por los Planes Locales de Urbanismo (PLU), mientras que en nuestro clima, es beneficioso que la fachada se retraiga para que se pueda establecer un amortiguador climático entre la calle y el edificio (retranqueo plantado, doble piel, varangue urbano...). Otro ejemplo es la inclinación de los tejados, que suele fijarse a dos lados entre 30 y 45 grados para retomar la tipología de las casas tradicionales: no es la configuración más favorable para optimizar la ventilación natural, ni para instalar paneles fotovoltaicos o colectores solares de agua caliente, por no hablar de los aspectos estéticos. Para continuar en los tejados, a menudo se nos prohíbe permitir que sobresalgan más de 20 cm de la fachada desnuda sobre el espacio público, pero necesitamos absolutamente grandes tejados climáticos que protejan tanto de la lluvia como del sol. Además, en la cercana Mayotte, los PLU permiten que los tejados sobrepasen los 3,5 metros.
La falta de infraestructura de transporte público y una visión de la ciudad sostenible
Por otra parte, debido al desarrollo todavía insuficiente del transporte público en la Reunión, la proporción coche/cabeza es alta. Por desgracia, la mayoría de los aparcamientos están en zonas exteriores y no bajo los edificios. Por lo tanto, contribuyen a la mineralización del suelo y al calentamiento urbano mediante la radiación. Si nos viéramos obligados a instalar principalmente aparcamientos bajo los edificios, podríamos, por ejemplo, ¡aumentar la superficie de terreno con vegetación en la ciudad!
Por último, un último ejemplo de una norma a revisar sería la autorización para "construir más alto": la ciudad tropical no puede ser una ciudad horizontal. En efecto, a medida que el potencial de ventilación aumenta con la altura, sería necesario, para un territorio como la Isla de la Reunión, pensar en ciudades más verticales, pero no con alturas homogéneas para optimizar el potencial de ventilación de los edificios.
Mi observación puede parecer irrevocable, pero sigue nuestra experiencia de campo. Con el fin de promover el bioclimatismo y, por lo tanto, edificios más sostenibles, es necesario revisar las regulaciones urbanas. Es una visión compartida por todos los territorios de ultra mar donde deploramos el hecho de que las normas y reglamentos se inspiran demasiado a menudo directamente en lo que se hace en Francia metropolitana.
Nota biográfica: Antoine Perrau es un arquitecto especializado en bioclimatismo y planificación urbana ambiental en un entorno tropical y codirector del Laboratorio de Ecología Urbana (LEU) en la Isla de la Reunión. Esta oficina de diseño, fundada en 2003, está afiliada a su agencia de arquitectura, el Laboratoire d'Architecture Bioclimatisque Réunion (LAB Réunion), y se especializa en la restauración ecológica, el bioclimatismo en los entornos tropicales y la elaboración de proyectos de desarrollo sostenible en los que el papel de las plantas es esencial.
Entrevista de Hassan Abouzid
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