4 casas que no tienen facturas
La diferencia entre las facturas de una vivienda proyectada para el ahorro, y una convencional puede llegar a ser abismal, y si aún algunas medidas nos parecen demasiado sofisticadas, como la instalación de paneles fotovoltaicos o los sistemas de geotermia, otras son muy sencillas y aplicables a cualquier ejemplo. El modelo de las "casas pasivas" empieza a ganar terreno con estos increíbles ejemplos que rescatamos en habitissimo.
1. Ahorro desde el diseño
Una vivienda eficiente comienza con un diseño adecuado. El estudio de arquitectura Huerta Bizarra plantea esta magnífica casa ya desde un criterio sostenible. La estructura de entramado de madera permite no sólo la estandarización de las piezas y el consiguiente ahorro en producción, sino que también supone una solución versátil, capaz de resolver las entradas de luz de la cubierta. Esto permite abrir lucernarios y captar siempre la luz de la orientación más favorable. Como sistema de envolvente, la carcasa metálica de la fachada incorpora diversos sistemas de adaptación al clima, como cortinas exteriores termoprotecotoras, lonas y persianas. Todo ello permite atemperar los espacios sin necesidad de instalación de calefacción. Además, ya en el interior, el falso techo de tablero conglomerado de viruta de madera supone una solución óptima por su discreto acabado y altas propiedades de aislamiento térmico y acústico. La permeabilidad de lado a lado permite la total apertura durante los meses más cálidos, manteniendo el espacio central en sombra y favoreciendo al ventilación cruzada.
2. Movilidad y consumo nulo
La Suite Go supone un salto a una nueva forma de vida, que no sólo se compromete con sistemas de eficiencia energética, sino que además pone a nuestra disposición un espacio modular, desmontable y transportable. La casa se proyecta casi en su totalidad de madera de abeto blanco procedente de bosques certificados del pirineo. Asumir un material como solución única tanto para la estructura como para revestimientos y acabados reduce considerablemente los costes de producción y transporte. Con un sencillo trazado de huecos de fachada y lucernarios se consigue aprovechar al máximo la luz natural, manteniendo una temperatura interior de confort durante todo el año y favoreciendo la ventilación natural en dirección ascendente.
3. Aislamiento natural
La casa MZ supone un triunfo del espíritu ecológico y compromiso medioambiental. Con un sofisticado sistema de aislamiento térmico y soluciones de recuperación de calor, se consigue rebajar el consumo de la vivienda de 171 Kwh/m2 a 17 Kwh/m2 al año, calificándola de reforma energética tipo 10. El ahorro comienza ya desde la concepción del proyecto como casa prefabricada, de estructura de madera, cortando las piezas en taller y reduciendo el tiempo de montaje a 24 horas. Todo un logro. El aislamiento, natural y 100% reciclable combina un entramado de listones de madera laminada y tableros OSB con una capa interior de lana de oveja y fibras de madera. Además, cuenta con un sistema de ventilación que permite reutilizar el calor del aire y paneles de captación solar para el agua caliente. Fácil, sencillo, y difícilmente superable.
4. Distribución perfecta
Esta elegante casa, de acabados sencillos y equilibrio cromático es también un ejemplo perfecto de solución estéticamente satisfactoria para hacer frente a los retos de la eficiencia energética. El revestimiento interior de aplacado de madera ayuda a mantener la temperatura de confort interior, y las carpinterías de piezas macizas constituyen un eficaz sellado para amortiguar los cambios de temperatura exterior. Por otro lado, el hueco de la escalera se convierte en una vía de tiro térmico que constituye un sistema natural de regulación de la temperatura y ventilación. La última planta funciona como un invernadero durante los meses más fríos, mientras que en verano permite la apertura de los ventanales, convirtiendo la vivienda en espacio exterior y favoreciendo la ventilación de todas las plantas.
