Regeneración urbana en el barrio Les Roquetes, Barcelona

Regeneración urbana en el barrio Les Roquetes, Barcelona

“La alternativa sostenible que propone el proyecto de Regeneración Urbana en el barrio Les Roquetes de Barcelona es extrapolable a otras calles y a otras ciudades”, subraya Roberto Soto Fernández

El proyecto de Regeneración urbana en el barrio Les Roquetes desarrollado por el Instituto Municipal de Urbanismo (IMU) participó en la edición de 2017 de los Green Solutions Awards y fue ganador nacional en la categoría Gran Premio Ciudad Sostenible. El arquitecto Roberto Soto Fernández presenta este sistema de gestión sostenible del agua de lluvia que incorpora técnicas de drenaje sostenible y soluciones basadas en la naturaleza.

1. En el ámbito de la construcción, ¿qué principales características o valores le definen?

Mi principal actividad consiste en desarrollar proyectos de espacio público en el ámbito de la ciudad de Barcelona desde el Instituto Municipal de Urbanismo (IMU), conocido como Barcelona Gestión Urbanística (BAGURSA) hasta enero de 2018. Una de las funciones del IMU es la construcción de la ciudad a través del planeamiento, la gestión urbanística y la urbanización.

2. Empecemos por el principio, ¿cómo nació el proyecto y por qué optó por una iniciativa sostenible?

En el IMU llevamos trabajando desde el 2005 en la implementación de propuestas sostenibles en muchos de nuestros proyectos, especialmente en el fomento de la biodiversidad y el aprovechamiento de aguas pluviales. El proyecto de Roquetes en la Plaça de les Dones de Nou Barris es uno de los últimos ejecutados, en el que hemos perfeccionado las técnicas utilizadas en obras anteriores (Bon Pastor, Can Cortada, parque de Joan Raventós, etc.).

3. ¿Cuáles son las soluciones que ha implementado en el mismo, a nivel de materiales, sistemas, procesos, etc., para contribuir al desarrollo sostenible?

La gran contribución de esta obra es haber resuelto la captación del 100% de la escorrentía de aguas pluviales para un período de retorno de 10 años (una lluvia torrencial fuerte) en una calle que tiene una gran pendiente longitudinal del 12%. La técnica utilizada se basa en la ubicación de áreas de bioretención en el límite entre la calzada y la acera. Las primeras aguas se retienen en estas áreas vegetadas tratando y reteniendo los contaminantes. Cuando el caudal empieza a ser elevado, entran en un volumen sub-superficial formado por estructuras huecas de polietileno, permitiendo la infiltración en función de la capacidad de permeabilidad del terreno. Esta alternativa sostenible es extrapolable a otras calles y a otras ciudades.

Las estructuras o materiales utilizados en este proyecto “canal/deposito modular Atlantis” o “Cajas o bloques de infiltración” son estructuras modulares de polipropileno reciclado y su función consiste en generar espacios vacíos de diferentes formas y prestaciones ubicadas debajo o en el interior de materiales permeables destinadas a captar el agua filtrada a través de dichos materiales porosos y aumentar de esta forma la capacidad hidraúlica o de acumulación de los mismos. El objetivo es reducir las superficies impermeables de la urbe, aumentar las permeables y de esta forma recuperar la capacidad de filtrar, retener y acumular agua de lluvia, recobrando así el “efecto esponja” de la vegetación y suelo natural.

Las ciudades son ecosistemas con una “piel” impermeable que genera importantes problemas medioambientales relacionados con suelo, atmósfera, pérdida de biodiversidad y fractura del ciclo hidrológico natural; aumentando la temperatura ambiente (efecto isla de calor), con procesos de escorrentía (incrementando la contaminación del agua e inundaciones)y desaprovechando el recurso lluvia. Es por este motivo que las urbes necesitan dotarse de una nueva “piel” permeable (vegetada o no) que actúe de aislante térmico y funcione como filtro hídrico y atmosférico, restaurando de esta forma el ciclo hídrico natural.

4. Durante todo el proceso, ¿qué retos ha afrontado? ¿Coincide el resultado con las expectativas iniciales?

El principal reto en todos los proyectos ha sido construir una alternativa sostenible a los sistemas de alcantarillado unitarios, evitando que las aguas de lluvia se mezclen con las aguas negras. Y además, hacer esto en las situaciones que presentan mayor dificultad en la ciudad como son las calles. La fórmula más adecuada ha consistido en combinar y/o implementar zonas vegetadas inundables. Algunas obras llevan en funcionamiento más de 10 años con un resultado óptimo, pero a medida que ha pasado el tiempo hemos aprendido más e introducido mejoras de cara a conseguir el mínimo mantenimiento del sistema y la máxima captación y tratamiento de agua, con un coste energético nulo. Por otra parte, están las ventajas que ofrece el nuevo paisaje urbano, más naturalizado.

5. ¿En estos momentos, está trabajando en algún otro proyecto de la misma naturaleza?

Ahora mismo estoy terminando una obra, la plaza de Dolors Piera, que consiste en una cubierta vegetal con huertos urbanos sobre un parking. Además, también he iniciado un proyecto para la transformación de la calle Cristóbal de Moura en un jardín lineal.

 

Caso de estudio Vil·la Urània
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Construction21 Redacción